martes, 7 de octubre de 2014

Y decidí

Entonces decidí volverte poesía,
porque así son las cosas que yo hago,
es la única manera que conozco, es mi salida más fácil.
Entonces decidí escribirte lo que callé por tanto tiempo,
porque no podía seguir matándome con mi propia zozobra.
Y es que no pude aguantar más a tu voz,
a la ausencia de tus palabras, ni a la nostalgia de perderte.
Entonces me di cuenta que no te había perdido, porque nunca te tuve,
y es que la quietud de los días había llegado con un poco de neblina,
como augurando la oscura, fría y triste noche que debía esperar.
Así fue como me volví esclavo a tus ojos, a las frases de amor
que no pronunciabas, a las historia que yo inventaba, los finales que me creía.
Y te compuse un poema tras otro, tras otro.
Y grabe mi  amor en cada verso, en cada renglón.
Y le puse a mis letras tu nombre, y escribí tu silencio en cada párrafo.
Y solo pude romperme, cambiarme, destrozarme, porque eso hacemos los poetas.
Y te volví poesía porque eso hacemos los locos, los locos de amor.
Y grite hacia adentro, llamándote, queriéndote, como si escucharas el eco de mi voz,
así estuvieras tan lejana como la felicidad.
Y decidí volverte poesía porque eso hacemos los enamorados, los que no arriesgamos,
los que no intentamos, los que no queremos perder.
Y decidí hacerte poema, inmortalizarte, dejarte grabada en mis textos, para así
tenerte siempre, llenarme de ti cada vez que te lea, redescubrirte en cada frase.
Y decidí no hablarte nunca más, y que mis versos lo hicieran por mí
si alguna vez llegaran a tus manos.

                                                                                                   Jaso

No hay comentarios:

Publicar un comentario